dilluns, 25 d’agost del 2008

M'AGRADA L'ARROSSEJAT

“Me gusta el arrossejat”. Con este lema, que sé podía leer en la espalda de las camisetas de los que colaboraban en la fiesta, L’Ametlla de Mar, municipio marinero por excelencia de la comarca del Baix Ebre, celebro el pasado sábado día 23, con mucho éxito, la XXIV edición de las jornadas de “l’arrossejat”, organizada por el Patronato de Turismo. Sin lugar a dudas, uno de los platos más típicos que solían comer los marineros a bordo de sus embarcaciones cuando salían a pescar. Tal y como informé en mi otro blog (La Via Augusta), tuve el honor de participar de forma activa formando parte del jurado que tenía que escoger a los ganadores. La edición del presente año que estaba patrocinada entre otros por el Periòdic d'Andorra, contó con 52 concursantes, significando todo un record, como lo recordaba en la edición de ayer el Diari de Tarragona. De todos los participantes salieron 6 primeros premios que se llevaban para su casa 150 euros y un trofeo. Además, entre los ganadores, sé sorteo una cena para dos personas en el conocido restaurante de la localidad Mesón ca l’avi Pere y también una estancia de fin de semana para dos personas en un hotel de Andorra, gentileza del Periódico d’Andorra. Había 3 jurados compuestos por 4 personas cada uno que íbamos puntuando las cazuelas con el arroz, tal como nos iban llegando. Cada una de ellas tenía un número enganchado al asa que pertenecía a un determinado concursante. Al haber tantos participantes sé tuvieron que hacer dos tandas. Cada jurado elegía dos ganadores (una por tanda), lo que hace el total de 6. En la primera parte del concurso, un grupo chino de acrobacias nos deleitó con sus contorsiones, sus equilibrios, etc. Además otra pareja de chicas nos interpretó varias danzas de distintos países. Para el público existente, sé repartieron 1.500 raciones de “arrossejat” cocido por un grupo de hombres expertos. También, paralelamente, sé ofrecía a los asistentes la posibilidad de colaborar con la Liga contra el cáncer, la degustación de un plato de mejillones.

diumenge, 10 d’agost del 2008

RESTAURANTE LES PALMERES (Can Clarisa) Sant Carles de la Ràpita

El restaurante Les Palmeres se encuentra al final del paseo marítimo de Sant Carles de la Ràpita, un pueblo que por su turismo y gastronomía no necesita de muchas presentaciones. Para quien no hay estado nunca en este restaurante, si quiere llegar con coche tendrá cierta dificultad. No tanta a la hora de aparcar ya que han acondicionado dos pequeños aparcamientos en las inmediaciones (entre 25 y 50 metros) El restaurante Les Palmeres destaca sobre todo por su privilegiada situación: al lado del paseo marítimo y, evidentemente, a tocar del mar. Dispone de una terraza al aire libre entre el paseo y parte del recito del propio restaurante, ésta última con bar. El comedor es amplio y confortable. Como decoración destacan los motivos marineros (¡Cómo no!) y no es nada recargada. La relación calidad precio es buena: 3,5 sobre 5. Una recomendación: la caldereta de arroz caldoso de bogabante. Comida: sobresaliente 4; excelente cocina marinera; dispone de carta, menú turístico, menú degustación y otros menús con variedad de precios para adaptarse al bolsillo de cualquier comensal; la carta de carnes es escasa. Bebida: bien 3; la bodega es más que aceptable; dispone de una variedad de vinos de distintas zonas vitivinícolas de España y, como no, también de nuestra tierra (Terra Alta, Montsant, Penedès, Priorat, etc.) i también cavas. Postres: bien 3; no facilitan carta y es el camarero el que te la va “cantando”; tienen un excelente sorbete de piña i también de limón, además de crema catalana (sé supone que casera) y helados. Amabilidad: 3; esta faceta sé centra demasiado en el buen quehacer de los camareros, los dueños, a parte de tomar nota, brillan por su ausencia, creo que es un detalle que deberían cultivar. Comedor: notable 4; como ya he dicho es amplio y cómodo y además preparado para hacer cualquier tipo de acontecimientos (bodas, banquetes, etc.) Aseos: 4; son suficientemente grandes y están limpios. Instalaciones: sobresaliente, 4,5; el restaurante no tiene demasiados años y en él no se aprecian desperfectos. Entorno: excelente 4,5; sin duda y como ya he dicho también, una de las principales cualidades del restaurante, sobre todo para aquel de tierra adentro que no está acostumbrado a ver el mar y menos a comer junto a él.